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lunes, 16 de marzo de 2015

Rojo: La alianza del rey Alobio con Norast

Capítulo IX
La alianza del rey Alobio con Norast

            Luego de un tiempo de que Fatias hubiera sido asesinada, comenzaron a concentrarse con mayor ímpetu las muchas fuerzas del ejército de Alobio en las tierras de Blacres, en forma pacífica, pero demostrando que la alianza era muy poderosa.
            Desde lejos, cruzando el gran río, el rey de Norast, Posterien D´piono III, observaba cada paso que daba Alobio, considerándolo uno de los mayores enemigos y más peligrosos de la historia de su reinado. Posterien luchó bastante, no solo para salvaguardar al gran pueblo de Norast, sino también en conquistas desalmadas, eliminando de la faz de la tierra a cuanto pueblo pequeño se interpusiere entre sus pretensiones de rapiña. Cuando al tiempo escuchó que Alobio seguía esa misma línea y se tornaba a cada momento en un feroz contrincante, entendió que los tiempos de lidiar solo en esa región habían concluido, y que nada más cruzando el gran río encontraría a otra ave de rapiña.
            Norast era una tierra de mucha historia. Contaba con un ejército formado, con armas, caballos y grandes batallas. Su rey Posterien, descendía de un linaje de puros guerreros. Su abuelo había conquistado gran parte de esa zona, luchó y acabó con muchos enemigos, hasta que fue eliminado a traición por un grupo de rebeldes que se amotinaron contra el mismo en el mismo castillo de Norast. El padre de Posterien logró huir, armar otro ejército y luego de varios años, ocupar nuevamente el trono que por sangre y derecho le correspondía. Luego, falleció y tomó su lugar Posterien, quien también siguió luchando en muchas batallas.
            A diferencia del fuerte linaje real, los hijos del rey Posterien no tenían el mismo sentir, siendo indiferentes a los sacrificios del reinado. Los hermanos Sasterien y Lenstien no tenían valor ni condiciones, eran pueriles e ingenuos y les encantaba saborear de los placeres de todo tipo. Su padre no sabía cómo sacárselos de encima, por lo que luego de mucho reflexionar creyó oportuno aliarse con Alobio, lo que significaría en la región paz y tranquilidad, y a la vez, enviar a sus hijos a Caratope para que allí vean la diferencia que existe entre la residencia real y la simple hospitalidad de otros. Sin embargo, se equivocó en esto último, sin saberlo, pues Alobio adoraba a esos jóvenes y les hizo saborear los placeres más bajos, organizando banquetes abundantes, extensos, donde dos o tres mujeres no se les despegaban en toda la noche, exprimiéndoles a ambos hasta lo último del jugo del amor. Alobio los mimaba a ambos, dándoles todos los gustos, fiestas abundantes y de ese modo, hacía de los mismos lo que quería.
            Los hermanos no tenían un solo día de sobriedad, y causaban furor entre las doncellas del palacio, pues compartían con todas largas horas de amor, embriaguez, bailes, y ni bien amanecía, seguían con sus tertulias, recorriendo en más de una oportunidad todo el palacio desnudos, embriagados y teniendo relaciones en cualquier lugar. El palacio de Alobio no era tan grande como el Norast, pero sí estaba preparado para fiestas y lujurias. El servicio estaba acostumbrado a ese ritmo, pues el mismo Alobio alguna vez hacía exactamente lo mismo y éstos, pues eran funcionarios de primer rango que debían ser tratados casi del mismo modo que el rey.
            La alianza entre Alobio y Norast también prosiguió por el tiempo que Alobio reinó, y el ejército de Norast acudió las veces que Alobio lo requirió contra Rojo, pero al igual que siempre, Rojo se impuso a éstos, en varias oportunidades, terminando con los mismos. El mismo Rojo mató a Posterien, a sus hijos y demás descendientes en Norast, y Doni Rojo destruyó a su ejército privado de protección. 


Novela: Rojo



                                  
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